¡Admítelo! ¡Como mujer, eres demasiado complicada! No, no es tu culpa. Achácale la responsabilidad a las hormonas, los cambios menstruales, los días de la semana y tu innegable capacidad para sobreanalizarlo TODO. Por suerte, hay esperanza… Sé un poco más como los hombres.
Separa las facetas de la vida
Los hombres son sencillos y por eso no mezclan el trabajo con la familia, los deportes, los amigos, las salidas, los videojuegos, etc. Maneja un asunto a la vez y dedícale toda tu atención. Enfócate en lo más importante y busca una solución realista y balanceada. Actuar de esta manera te permitirá ser más profesional en el trabajo y enfocarte en la diversión cuando sales, en vez de estar pensando en el informe que no terminaste mientras te das las copas de sangría con tus amigas. ¡Disfruta el momento!
Sé literal
Para los hombres “no” significa “no” y “sí” quiere decir “sí”. Las mujeres son expertas creando códigos secretos que nadie puede decodificar porque “no estoy molesta” significa “estoy a punto de matarte” y la frase “él es mono” quiere decir “está más feo que la parte de abajo de un carro”. Cuando un hombre quiere algo, lo pide y punto. Expresan sus sentimientos y estados anímicos verbalmente y físicamente. Ser literal te ayudará a ser más asertiva y a obtener los resultados que quieres.
No olvides a tus amigos
La mujer de hoy día tiene que ser buena madre, buena esposa, buena amante, buena cocinera, sexy, inteligente, ama de casa perfecta y consejera. Cumplir con estos roles te obliga a echar hacia un lado a tus amistades y poner a la familia como prioridad. No obstante, los amigos son tu familia escogida. Saca tiempo para compartir con ellos al menos una vez a la semana y comunícate aunque sea casualmente por medio del chat, los mensajes de textos o los emails.
Sé práctica
Como mujer, probablemente te dejas llevar más por lo estético que por lo funcional. Por eso cuando sales con tus zapatos de cinco pulgadas, te ves regia, pero no puedes ni caminar. Los hombres no sacrifican la comodidad por nada del mundo, por eso nunca verás a un hombre descalzo en una pista de baile. La cena perfecta no tiene que ser un festín; en ocasiones una pizza DiGiorno resuelve y se convierte en una comida inolvidable. Tampoco tienes que estar limpiando todo el fin de semana. Saca tiempo para ti.
Ahórrate los detalles
Una de las razones por la que quizás te enfocas demasiado en los asuntos es porque les dedicas demasiado tiempo, sobre todo al relatar cómo sucedieron los eventos con lujo de detalles. Los hombres son más simples. Solo cuentan el hecho y el desenlace. Las mujeres cuentan lo que se comieron ese día, si llovía y brindan datos que son irrelevantes para llegar al final de la historia. ¡Ah, y si cuentas las pausas dramáticas y la repetición constante de la frase “nena, es que no me lo vas a creer”, decir que fuiste al centro comercial y que viste a tu exnovio con otra puede tomar media hora. Sé directa y como dice un mensaje que una vez leí en una parte: “Nunca des explicaciones. Tus amigos no las necesitan y tus enemigos no las creerán”.
Estas son excelentes lecciones que puedes adoptar de los hombres. Aprender a deletrear el abecedario mientras eructas y aplastar latas de cerveza contra tu cabeza es opcional.
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¡Excelente combinación de consejos prácticos y sentido del humor! Excelente tu blog.
¡Gracias, Joseph! Los hombres son grandes maestros; tú eres uno de ellos 😉