Los Tres Reyes Magos se conocen desde hace siglos por haber cabalgado en sus camellos bajo la guía de una estrella con el fin de llevarle varios obsequios al Niñito Jesús. Su derroche de generosidad fue palpable, a tal punto que los niños de hoy día aún reciben con ilusión sus regalos cada 6 de enero. Pero, ¿qué tal si en vez de Tres Reyes Magos hubiesen existido Tres Reinas Magas? La historia hubiese sido muy diferente.
Se nota que los Reyes fueron hombres porque brindaron los regalos más imprácticos del mundo para un recién nacido.
¿Qué recién nacido necesita recibir incienso? Ninguno. Las Reinas Magas de seguro hubiesen encontrado este obsequio poco útil en la vida de un bebé y hubiesen optado mejor por una caja de pañales súper absorbentes y toallas húmedas para cambiarlo. Tiene más sentido.
Jesucristo nació en un establo lleno de animales. Solo un hombre pensaría que en semejante lugar el oro es importante. El excremento animal atrae a las moscas, pero solo a una mujer se le hubiese ocurrido llevar una pequeña cuna con un mosquitero fuerte para proteger al recién nacido. ¡Claro!
¿Qué es lo primero que necesita un bebé a la hora de nacer? ¿Mirra? ¡Para nada! Una Reina Maga de seguro se hubiese presentado con al menos cinco opciones de ropa para el bebé. Claro, toda en tonos azules, verde menta, blanco y verde. Y en distintos tamaños porque solo las mujeres saben lo rápido que crece un bebé.
Si los Tres Reyes Magos hubiesen sido Tres Reinas Magas, Jesús no hubiese sido el único en recibir regalos. Las Reinas hubiesen ido cargadas con obsequios para todo el mundo. A María le hubiesen llevado una máquina para extraer leche o una faja milagrosa para ayudarla a recuperar la figura. A José le hubiesen dado un par de calzoncillos o una caja de herramientas para que comenzara a construir su casa y sacara a la pobre María del establo. Los animales hubiesen recibido galletas, camitas y los suéteres que se le ponen hoy día los perritos porque las mujeres se acuerdan de todos a la hora de regalar. ¡Sin excepciones!
Luego de su llegada, las Reinas jamás hubiesen permitido que Jesucristo pasara una noche más en un establo por motivos de salubridad. Incluso le hubiesen ofrecido a María que se mudara con alguna de ellas en lo que sacaban los pies del plato y José encontraba un trabajito.
Las Reinas tampoco hubiesen ido la ida por la vuelta. Lo más probable es que se hubiesen ofrecido a ayudar a María por los primeros dos meses porque como madre primeriza la carga iba a ser fuerte. Además, Jesucristo hubiese seguido recibiendo regalos de ellas en cada Navidad, Día del Estudiante, Día de la Amistad y Pascuas, no solo en su nacimiento. De seguro Jesús las llamaría “titis” y recibiría su visita al menos cuatro veces al año porque así son las mujeres. Las Reinas también le enviarían mensajes celestes o por palomas mensajeras solo para mantener la comunicación. De verdad que las mujeres son seres prácticos, amorosos y especiales. ¡De lo que se perdió Jesús por no haber tenido a las Tres Reinas Magas: Meche, Gasparina y Betty!
¡Feliz Día de Reyes para ti y tu familia! Ojalá te hayan traído todo lo que tu corazón ha deseado.
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