Las exparejas son de todo. Algunos son buenos, malos, traviesos, cariñosos, odiosos, ratas inmundas, ángeles, desgraciados, amigos o villanos. Puede ser, pero la realidad es que pueden ser muy buenos maestros en la vida. Aquí comparto algunas lecciones que aprendí de los míos. ¿Cuáles lecciones aprendiste tú de tus antiguos amores?
POSTS RELACIONADOS
Lecciones que aprendí de mi madre: Parte 1
Lecciones que aprendí de mi madre: Parte 2
Lecciones que aprendí en el trabajo
You must be logged in to post a comment.