Muchas personas me han preguntado por mi boda y les encantó el hecho de que fuera “vintage”. Hasta los invitados fueron vestidos de época y se celebró en una casa antigua con apariencia de castillo, la cual fue construida en forma de castillo a petición de un excónsul chileno que residía en mi país. Mi esposo y yo seleccionamos este lugar porque ubica en unas impresionantes montañas y nosotros adoramos la naturaleza, además de los detalles antiguos.
La boda contó con muchos detalles para los invitados y fue completamente vegetariana. Lo mejor de todo es que mi personalidad y le de mi pareja se vio reflejada en todo momento. ¡Esa fue la mejor parte!

Este gancho lo compré específicamente para tomar las fotos del vestido. Es un detalle muy lindo.

Como mi esposo es instructor de bailes de salón (ballroom dancing) y yo soy su pareja de competencia, me casé con zapatos de baile traídos desde Inglaterra. Seleccioné el color fucsia porque es mi preferido. ¡Soy una chica pink de corazón!


La liga

En la habitación de la novia dentro de la casa. Es un cuarto hermoso decorado de época.

Mi ramo hecho completamente con peonias. El broche antiguo le pertenece a mi mamá y me pareció un elemento muy especial para portar ese día.

La mesa de los novios.


Un detalle para los invitados para la ceremonia. Son pañuelos coloridos de apariencia antigua.

El brindis se realizó con champán rosado, claro está.

El salón de la recepción. Las mesas fueron revestidas con manteles antiguos y se colocaron sillas Versalles.

Las mesas de los invitados fueron identificadas con dibujos de animalitos. Mi amiga Elisabet dibujó todos los animales en estas pequeñas pizarras. El decorador usó cajitas para guardar accesorios como base para algunas de las flores.

Las tarjetas para la asignación de mesas fueron colocadas en un cordel rústico.

Todas las mesas fueron decoradas de forma distinta para evitar la monotonía.


El portanillos fue creado en musgo y paja para simular un nido de pájaros.

Coloqué esta maquinilla Smith Corona de los años 50 para que los invitados escribieran sus felicitaciones.


En vez de poner un libro de firmas, opté por este afiche. El diseño solo incluía las ramas del árbol; los invitados poncharon las flores con tinta y escribían su nombre encima.

Rompí la tradición al dejar que mi madre y mi padre me caminaran hacia el altar.

Con mis chicas. Yo escogí el color del vestido y cada una seleccionó el suyo de acuerdo a su personalidad y gusto.

Con los padrinos. Originalmente nos casaríamos debajo de un árbol hermoso que sería decorado con flores y vasijas de cristal, pero la lluvia nos lo impidió. Agraciadamente decidimos casarnos sobre la pista de baile, lo cual no nos molestó para nada porque el baile es nuestra vida. Las cosas pasan por una razón.




Nuestro primer baile fue un vals, pero obviamente con pasos más avanzados e interesantes que el simple oscilar.

Bailando Paso Doble. ¡Olé!

Alteré mi vestido para poder remover la cola porque para nada me perdería la oportunidad de bailar un tango.


El pastel de cuatro pisos tiene una historia muy íntima. Los dos pasteles de arriba son de zanahoria en honor a nuestros conejos Beatrix Cristina y London Gabriel. El tercero fue de chocolate por el color de nuestra gata Muñeca María y el inferior fue de vainilla por nuestro gato Diego José. La gente se moría de la risa al escuchar la historia detrás del pastel. Fue creado con un diseño para que pareciera tejido.

En vez de los recordatorios tradicionales, tuvimos un “candy buffet” lleno de chocolates, fresas, frutas secas y dulces de repostería artesanales.

Chocolate



Los invitados se llevaron sus delicias en estas bolsitas.
Espero que te hayan gustado las fotos y que recuerdes que la boda tiene que ser pensada para complacerte a ti y a tu pareja antes que todo. Sé creativa y disfruta al máximo cada momento. No te estreses porque todo saldrá bien al final del día. ¡Éxito en tus planes!
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